¿Qué es y para qué sirve?

El clavilux es un instrumento silente, creador de sinfonías visuales. Se compone de tres teclados y una recámara de luz triple que se corresponden respectivamente con el teclado y el arca de viento de un órgano de tubos. El diseño de las teclas es de disco, debido a que se mueven hacia y desde el operador generando colores y formas casi de la misma manera en la que un órgano de tubos genera sonido. Cada tecla tiene 100 posiciones, lo que ofrece combinaciones de color y forma casi infinitas.

Reproducción

El Clavilux requería de tan sólo una persona manipulándola, con lo cual podía crear y realizar composiciones del arte denominado “Lumia” por su creador, Wilfred, quien lo consideraba un arte independiente a los demás y propuso llamarle “light art”. El artista se sienta en el teclado con la partitura delante. Libera la luz a través de interruptores. Al tocar las teclas, proyecta la luz en la pantalla, moldea su forma, hace que la forma se mueva y cambie de ritmo, introduce textura y profundidad, y, finalmente, inyecta un color de una pureza perfecta con diferentes grados de intensidad.

La “música”, o notación musical, se escribe en cifras sobre un pentagrama de cinco líneas, con tres pentagramas unidos, de igual manera en que se unen las claves de sol y fa para el piano, para ofrecer una “clave” para cada uno de los tres teclados. El acorde de color se representa con tres cifras, por ejemplo: “40-35-60”; y el movimiento de las teclas prescritas a las posiciones indicadas en la escala de números del teclado genera la figura deseada.

La luz se concentra en un haz que se proyecta a través de un dispositivo que genera formas con profundidad y texturas, y después es filtrada a través de pantallas de color. Entonces, en la sala oscura, a través de la proyección tridimensional del “órgano de color”, la luz fluye desde las lentes de la parte trasera del instrumento hasta la pantalla blanca.

Sólo existen cerca de treinta y cinco composiciones existentes de Clavilux. En el libro “Clavilux” de Wilfred, expresa su objeción a la grabación de los trabajos de Lumia, por lo que las obras dependen de la supervivencia de sus máquinas. La mayoría de las obras existentes se encuentran en la Colección Epstein, y la familia Epstein ha prestado las composiciones de Lumia a museos de todo el mundo. Aquí una de sus obras:

Creador y su contexto

El primer Clavilux fue creado en 1919 por Thomas Wilfred y se mostró públicamente en 1922 en un teatro de Nueva York, acompañando una orquesta. Para finales de la década de 1920, Wilfred comenzó a construir Clavilux más pequeños y menos complejos, destinados a la exhibición en el hogar, llamados “Clavilux Juniors”, y otros para la exhibición en museos y galerías de arte.

W. Christian Sidenius, admirador ferviente y amigo de Wilfred, construyó también su Clavilux.

Inspiración

El clavilux es un instrumento único que concentra los avances de distintas tecnologías que convergen en este invento auténtico, de difícil clasificación. Con absoluta justificación, Wilfred estaba convencido de que era un arte insólito que en nada se parecía a los existentes.